Percibes la realidad de acuerdo con tus experiencias previas, tus prejuicios y hasta el modo en que tus predecesores (esos que han dejado las Huellas que hoy sigues) enfrentaban las vicisitudes de su Vida. Eso es a lo que llamamos el mapa del mundo: un gran cúmulo de creencias grabadas en tu subconsciente. Es algo así como el par de gafas que definen el modo en el que percibes el mundo y a las personas a tu alrededor, y que te hace interpretar los acontecimientos de tu vida.
Presta mucha atención: es importante que seas consciente de que algunas de esas creencias son limitantes. Te atan e impiden que te des algunos permisos interiores, como el de pedir ayuda para afrontar un momento vital retador. Tu gran desafío reside en identificarlas primero, cuestionarlas, y si así lo decides, abrirte a cambiarlas o transformarlas para disfrutar de una vida más plena.
Recuerda: los límites están solo en tu mente. Si logras desatar esas cadenas mentales que te llevan a pensar en ti como en una persona débil, podrás pedir ayuda. Pronto advertirás que este acto es una muestra de humanidad, de humildad, que implica aceptarse como una persona vulnerable e imperfecta. Y, asimismo, supone volver a confiar en el prójimo y en ti mismo.