Diego L. Rodríguez

¿Quién soy?

1994. Nazco en Valencia (España) el 2 de marzo.

1996 y 1999. Nacen mis hermanos Víctor y Jaime. Aprendo a compartir la Vida.

2002. Mi madre comienza a contarme historias y cuentos con mensaje. Se despierta en mí una importante conciencia social. Mi padre se esfuerza en que sea un buen estudiante, me inculca el valor de la constancia y el esfuerzo.

2011. Tengo 17 años. Me detectan una leucemia linfoblástica aguda. Dejo el instituto y comienzo un tratamiento de quimioterapia. Tengo miedo. Cumplo 18 años ingresado en el hospital. Aprendo a valorar la Vida y me replanteo mis prioridades. 

2014. Acabo el tratamiento de quimioterapia y me olvido del cáncer. Vendo productos de imitación por internet. Me meto en algún que otro lio. Fracaso. Empiezo a hacer deporte sin control y me rompo el ligamento cruzado de la rodilla.

2015. Tengo 21 años. Me hago pasar por entrenador personal. Fracaso. Vivo en Londres, en un albergue, y trabajo como socorrista. Me roban varias veces. Aprendo a crear mi propia felicidad, con independencia de las circunstancias que me rodean.

2016. Creo una empresa que ofrece alojamiento y paseos en barco. Fracaso. Vivo en Ibiza en una casa ocupa. Trabajo de camarero. Me duermo al volante y siniestro un coche. Toco fondo. Me aíslo del mundo. Comienzo a escribir.
Salgo del pozo gracias al amor de mi familia y tomo una decisión vital: decido dejar de ir por la Vida trampeando.

2017. Tengo 23 años. Monto una empresa que desarrolla tecnología IoT. Fracaso. Aprendo a escuchar y ser más humilde. Necesito un cambio de aires. Me voy a vivir a Ámsterdam y trabajo como fontanero.

2018. Vuelvo a España. Me siento perdido, desconectado de la Vida. Dudo si trabajar para cumplir el sueño de otro o seguir persiguiendo mis sueños. Aprendo a tener paciencia y fe. Conozco a David y le propongo escribir un libro juntos. Despierta el escritor.

2019. Desarrollo un proyecto para mejorar la afluencia en eventos deportivos. Logramos vendérselo a dos clubs de futbol de primera división. Fracaso. Me hundo y me encierro. Me paso el día investigando y escribiendo. Comienzo a meditar. David y yo publicamos HUELLAS.
Diego

Deja de Hacer Agujeros

en las Personas

Eres una Persona Exitosa,

Aunque No lo Sepas

¿Crees en la Suerte?

Pues lo siento, No Existe

HUELLAS


Es una novela diferente
• Está escrita sin las palabras “no” y “pero”.
• De cada ejemplar vendido, donamos 1 € a Aspanion, asociación de niños con cáncer.
¡Una página se arranca!

Es un libro muy fácil de leer que te impulsa a pasar a la acción en dirección a tus sueños.

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