David Alpuente Pradas

David

¿Quién soy?

1969. Nazco en Valencia el 31 de julio. No me esperaban. Vine por sorpresa. Mis hermanos, Ana y Antonio tenían cuando yo nací 10 y 7 años.

1970. La vida me regala tener una Madre por la que siempre me he sentido querido incondicionalmente. Me solía decir “lloraba cuando supe que estaba embrazada de ti, y luego has sido la alegría de la casa”.

1973. Disfruto la vida jugando con mis amigos en mi querida “Finca Roja”. Me siento afortunado por vivir en un lugar tan privilegiado.

1975. Mi abuelo (mi betito) es mi primer gran maestro de vida. Me enseña a chutar el balón con la pierna izquierda (soy diestro) y a jugar al ajedrez. Mi abuela (betita) me prepara las meriendas más ricas del mundo: pan, aceite y sal, o pan con sobrasada a la plancha. Aún puedo sentir el envolvente olor, ummmm.

1977. Un sueño se hace gigante en mi interior. Quiero ser futbolista, jugar en el Valencia CF y hacer millonaria a toda mi familia. Mario Alberto Kempes es mi ídolo. Con 8 años comienzo a ir los domingos a Mestalla.

1979. Los veranos los paso en Arteas de abajo, la aldea de mi betita. Disfruto bañándome en el río, pescando barbos, cogiendo poleo, persiguiendo gallinas, … Descubro la naturaleza y el bien que me hace estar cerca de ella.

1979-1985. Mi vida es el fútbol. Disfruto, destaco, me siento grande jugando (en mi casa me llaman el pequeño). En el colegio las cosas me van bien. Me esfuerzo poco, disfruto mucho, y voy pasando de curso.

1986. Ficho por el Levante UD. Mi mejor año como futbolista. Juego en la división de honor juvenil (es como la 1ª división). Viajo por toda España y juego contra los mejores equipos en estadios fantásticos. A pesar de toda la ilusión, descendemos de categoría.

1987. Decido estudiar IVEF y convertirme en preparador físico. Por primera vez se puede cursar la carrera en Valencia. Hay 80 plazas disponibles. Nos presentamos más de 2.000 personas. Quedo el número 83 y no logro una plaza. La Vida tenía otros planes para mí.

1987. Me decido por matricularme en psicología para no “perder” un año. Descubro que me gusta el ambiente de la facultad. Gente muy variopinta, buena cafetería, fiestas los sábados en el hall de la universidad.

1987-1992. Estudio psicología y juego al futbol. Cumplo el sueño de jugar un partido en Mestalla, el año que militaba en el Almazora CF. Voy asimilando que no lograré mi sueño de ser futbolista profesional. Me cuesta mucho aceptarlo. Comienzo a darme cuenta de que tengo un ego muy grande. He de crear un nuevo plan de vida. ¿Qué hago …?

1990. Por sorteo me toca una beca para estudiar inglés en Sheffield. Paso 1 mes fantástico allí.

1992. Realizo un máster en Gestión de Recursos Humanos. Es el área profesional de la psicología que más me gusta.

1993. Hago trabajos de selección de personal para varias empresas. Aprendo a escuchar.

1994. De la mano de mi madrina profesional Pilar González comienzo mi relación con el mundo de la formación. Soy su profesor ayudante de la asignatura de negociación en una universidad privada. Me encanta la experiencia y me enamoro de la formación.

1996. Logro mi primer trabajo estable en una universidad privada de Valencia. Mi puesto es de coordinador de estudios. Doy clases de recursos humanos y habilidades en las carreras universitarias y el MBA, selecciono al profesorado, y gestiono incidencias de los alumnos-as.

1999. Me caso con la que había sido mi novia desde 2º curso de la facultad.

2000. Crisis. Mi momento vital más duro. Me separo, me despiden del trabajo y me siento lejos de mi padre. Me caigo y no soy capaz de levantarme. Tras resistirme mucho, pido ayuda y decido ir a terapia (como me alegro de esa decisión). Conozco el sinsentido, la noche oscura del alma, estoy totalmente perdido. Soy como un árbol que crece torcido.

2001. Voy semanalmente a terapia. Es muy duro para mí. Suelo salir de la sesión peor de lo que entro y además pago. Mi terapeuta me da ostias como panes. A nivel laboral trabajo como autónomo dando cursos de formación en empresas.

2002. Comienzo la formación en Gestalt. La mejor formación que he realizado en mi vida y la que más recursos útiles me ha aportado. Es el primero espacio en el que soy auténtico, y me siento aceptado y querido por los demás. La vida me regala que conozca a varias personas que siguen siendo mis amigos.

2002. Conozco a Yolanda (mi mujer y compañera de viaje) dando un curso de formación de formadores en la empresa en la que ella trabajaba. GRACIAS Vida.

2003. Creo una empresa con un socio. Nos dedicamos a prestar servicios de recursos humanos, especialmente formación. Nos va bien, disfrutamos, aportamos y además ganamos un buen dinero.

2003. A mi madre le diagnostican Alzheimer. Enfermedad de la que murieron su madre y hermana. Comienza su proceso de pérdida de capacidades. Es durísimo para mi padre, hermanos y para mí, ver como se transforma en otra persona.

2004. Desencuentro con mi socio y decisión de separarnos. El mismo día que vamos al notario y le vendo el 50 % de la sociedad, creo Alper Desarrollo. Me siento libre para decidir cómo enfocar el negocio y qué servicios prestar. La libertad es un valor esencial para mí (en otra vida fui pájaro).

2004. Me caso con Yolanda. Esta vez soy muy consciente del paso que estoy dando y me siento convencido y afortunado. Vivo uno de los días más emotivos de mi Vida.

2005. Nace nuestro hijo Pablo. Se pasa 3 meses llorando como un descosido con cólicos del lactante. Comienzo a darme cuenta de qué implica la decisión de ser padre. Me encanta llevarlo a hombros mientras él me muerde la oreja.

2006. Comienzo a ofrecer servicios como terapeuta y trabajo con mis primeros pacientes.

2005. Aparece Enrique Marco en mi vida. Creamos un equipo Enrique, mis compañeros de Gestalt Mercedes Enrique-Tarancón y Manolo Salinas, y yo. Comenzamos a ofrecer desde Alper Desarrollo talleres de crecimiento personal. Aprendemos, crecemos y disfrutamos juntos, y además cumplimos la misión con la que nació Alper: contribuir al crecimiento y bienestar de las personas.

2007. Nace mi hija Ángela. Esta vez puedo estar presente en el parto y cogerla en brazos a los pocos minutos de nacer. Una experiencia hermosa. Desde su primer día lo hace fácil, come bien y duerme mucho. Se intuyen siendo una bebé su determinación y fuerza interior.

2007-11. Descubro lo nutritivo que es el silencio. De vez en cuando me voy unos días a un monasterio a leer, escribir y pasear.

2012. Fallece mi Padre. Es la única vez en mi vida que he sentido dolor físico en el corazón cuando me dieron la noticia. Es la primera vez que mis hijos me ven llorar de forma desconsolada.

2014. Yolanda me sorprende con una fiesta sorpresa por mi 44 cumpleaños. Regalazo y experiencia entrañable que llevo en mi corazón.

2015. Me inicio en la meditación de la mano de Pablo D´Ors. Comienzo mi camino hacia el centro de mi ser. La meditación me hacer crecer en la actitud de la disciplina. Ha día de hoy sigo meditando diariamente.

2017. Conozco a Diego al impartir dos sesiones sobre liderazgo de relaciones en el MBA que él cursa como alumno. Tras 9 horas de conocernos, me propone escribir juntos un libro, del que ya tiene algunas notas y semillas del diario que escribió en el hospital durante su leucemia. Le digo SÍ.

2018. Fallece mi Madre tras 15 años de enfermedad. Es la mejor persona que he conocido en mi vida. Bonda en estado puro. Gracias Mamá.

2019. Diego y yo publicamos nuestro libro Huellas. Logro cumplir un sueño. Y además decidimos donar 1 € de cada ejemplar a la asociación de familias de niños con cáncer, Aspanion. Iniciamos juntos la aventura y el camino para contribuir al bienestar y felicidad de millones de personas.

2019. Celebro con las personas que quiero mi 50 cumpleaños. Un lujo.

2020. Siento que entro en una década clave para lograr mi misión vital de influir positivamente en la vida del mayor número de personas posible. Me comprometo a dar lo mejor de mí para lograrlo.

Conócete a ti mismo

Crece a través de tus relaciones

Tu eliges tu actitud

HUELLAS


Es una novela diferente
• Está escrita sin las palabras “no” y “pero”.
• De cada ejemplar vendido, donamos 1 € a Aspanion, asociación de niños con cáncer.
¡Una página se arranca!

Es un libro muy fácil de leer que te impulsa a pasar a la acción en dirección a tus sueños.

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