Crea tu propio día

Decide tu propósito y tu actitud

Crear tu propio día significa decidir el propósito y la actitud con la que quieres enfrentarte cada mañana al día que tienes por delante; significa ser consciente de quién eres y el impacto que quieres tener en tu entorno personal y profesional; significa vivir tu día más conectado con tus valores, con aquello que es importante para ti y guía tu vida; significa desplegar tus mejores cualidades y desarrollar tu máximo potencial para ser más eficiente y tener más éxito en lo que te propones.


Solemos vivir bajo los parámetros de una fórmula tradicional que nos limita enormemente y de una manera inconsciente. Esta fórmula es: “así suceden las cosas… por tanto, así me siento”. Si recibimos una buena noticia, nos sentimos contentos; si recibimos una mala noticia, nos sentimos desgraciados.


Os queremos proponer una nueva fórmula para vivir una vida más plena, más consciente, y en la que podemos ser dueños de nosotros mismos. La nueva fórmula es: “así me siento… por tanto, así suceden las cosas”.


Crea tu propio día, temprano por la mañana, y define el estado y actitud con el que quieres vivirlo. Mantén ese estado a lo largo del día, de una manera consciente, y una parte de las cosas que sucedan a tu alrededor estarán alineadas con ese estado. Otra parte de lo que suceda, sin embargo, no estará bajo tu influencia y control, pero no te sentirás emocionalmente implicado en esos sucesos, no te sentirás responsable de ellos y podrás manejarlos con mayor objetividad y resolverlos con mayor rapidez y menor desgaste.

Define el estado y la actitud con con la que quieres afrontar el día de hoy

David Alpuente Pradas (1969).

Valenciano de cuna, fincarrojeño de alma, bañista atrevido. Futbolista, psicólogo, formador. Buscador, disfrutón, meditador. Experto en liderazgo, Creador de Alper Consultores. Aprendiz agradecido de la Vida.

Diego L. Rodríguez (1994).

Socorrista en Londres, camarero en Ibiza, fontanero en Amsterdam. Ingeniero industrial, MBA, escritor y poeta apasionado, gestor de talento. Silbador agradecido, aprendiz casi siempre, soñador práctico. Feliz.

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