¡Arriésgate!

Reír es arriesgarse a parecer un tonto.
Llorar es arriesgarse a parecer sentimental.
Acercarse a alguien es arriesgarse a comprometerse. Exponer los sentimientos es arriesgarse a exponerse uno mismo. Exhibir tus verdaderas ideas, tus sueños, ante una multitud, es arriesgarse a perderlas.
Amar es arriesgarse a no ser correspondido.
Vivir es arriesgarse a morir.
Tener esperanza es arriesgarse a desesperar.
Intentar es arriesgarse a fracasar.
Pero uno debe arriesgarse
Porque el riesgo más grande en la vida es no arriesgarse.
Los que no arriesgan nada, no hacen nada, no son nada. Pueden evitarse el sufrimiento y el dolor;
Pero no pueden aprender; sentir; crecer; cambiar; amar; morir. Encadenados por sus actitudes, son esclavos.
Han perdido su libertad.

Solo el que arriesga es libre

David Alpuente Pradas (1969).

Valenciano de cuna, fincarrojeño de alma, bañista atrevido. Futbolista, psicólogo, formador. Buscador, disfrutón, meditador. Experto en liderazgo, Creador de Alper Consultores. Aprendiz agradecido de la Vida.

Diego L. Rodríguez (1994).

Socorrista en Londres, camarero en Ibiza, fontanero en Amsterdam. Ingeniero industrial, MBA, escritor y poeta apasionado, gestor de talento. Silbador agradecido, aprendiz casi siempre, soñador práctico. Feliz.

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